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lunes, 15 de febrero de 2021

THE OIL REFINING BOOK: TIME TO RUN


 

THE OIL ROUTE


 THE OIL ROUTE

ALICIA


 

COVID 19 & EL FUTURO DE LAS REFINERIAS

RESUMEN

Es imposible intentar predecir cómo será el futuro del mercado mundial de refinación. Lo único que con certeza se puede decir es que todo es incierto. Los vehículos eléctricos, los combustibles alternativos, la inteligencia artificial, el aumento de la volatilidad del mercado, la incertidumbre política y los niveles de vida más altos en todo el mundo son solo algunas de las tendencias que definirán el futuro de la industria del refino del petróleo.

Refinería Gualberto Villarroel. Fuente: ANH

INTRODUCCION

Dado que no podemos predecir el futuro, es posible pensar que la industria de refinación tendrá que enfrentarse a lo desconocido. Es decir, que dentro de este contexto y posibles predicciones, es importante apuntar a tres objetivos básicos a nivel operativo y empresarial: agilidad, confiabilidad e inteligencia compartida. En consecuencia, de considerar estas tres variables, la industria estaría preparada para enfrentar todos los desafíos (y oportunidades) que puedan surgir del progreso tecnológico, cambios de mercado y eventos mundiales.

AGILIDAD

En los próximos diez años, nada distinguirá más a los ganadores de los perdedores que la búsqueda de la agilidad empresarial. En el futuro, las principales refinerías deberán prepararse y estar listas para aprovechar las oportunidades, tan pronto ocurran.

“La demanda del mercado es lo que determinará los niveles de materia prima y producto en tiempo real una vez que los líderes del negocio dispongan de un análisis integrado de los datos, desde la fuente de crudo hasta el bombeo de gas y todo lo que hay en el medio” (Carugo, 2020).

Por tanto, alcanzar estos objetivos, permitirían a las empresas de refinación abordar nuevos desafíos, tales como diseñar una instalación de producción que pueda procesar todos los rangos de petróleo crudo, incluso aquellos crudos más pesados y corrosivos. Por tanto, en respuesta a los cambios del mercado previstos, pasar de un producto a otro puede implicar colocar ciertas unidades de procesamiento en un estado “hot stanby”, que permita evitar pérdidas de tiempo en inicio y parada de dichas unidades, así como incidentes de seguridad en operaciones transitorias. Sin embargo, también debemos considerar que agregar más flexibilidad a los esquemas de refinación actuales, no garantizaría la rentabilidad futura de la industria.

En consideración de esta flexibilidad operativa, las refinerías no solo producirían combustibles, sino que también se transformaran en instalaciones de conversión multifuncional que podrían satisfacer la creciente demanda mundial de fibra y plástico. Es decir, los operadores lograrían diversificarse produciendo una gama más amplia de productos intermedios en lotes pequeños y pasar rápidamente de combustibles a petroquímicos base.

CONFIABILIDAD

Si la industria finalmente resuelve el problema de confiabilidad, los paros de planta y los costos asociados serían cosa del pasado. Por ejemplo: el "cambio en caliente" podría eliminar la necesidad de parar las unidades de procesamiento para reparaciones, regeneraciones o simplemente para cambio de repuestos; rediseñar las válvulas y otros equipos a través del uso de componentes portátiles, permitirían realizar inspecciones “in situ” sin interrumpir la producción en las unidades; contar con una red dedicada a la confiabilidad de activos en línea, proporcionaría a los operadores una "cobertura de conocimiento virtual” sobre todas las instalaciones, que permitiría a su vez, ejecutar de forma remota estrategias de mantenimiento que detecten anormalidades con anticipación, y así evitar cualquier daño o interrupción sin afectar la capacidad de producción.

INTELIGENCIA COMPARTIDA

Los responsables de la toma de decisiones (funciones de gestión, operaciones, confiabilidad, ingeniería e integridad) podrán conectarse a una o más plantas y operar toda una flota de refinerías desde un área operativa centralizada. Cascos de realidad aumentada, permitirán al personal de mantenimiento llevar la sala de control al sitio de manera efectiva. Drones robóticos podrán detectar emisiones, puntos calientes e identificar problemas de integridad en tuberías y tanques en lugares de difícil acceso. Estas innovaciones tendrán a futuro un impacto significativo en seguridad, debido a que los problemas potenciales se identificaran antes de que ocurran y por tanto, se minimizará el tiempo que el operador pasa en áreas peligrosas.

EMERGENCIA SANITARIA

En la actual crisis que atraviesa el mundo, las refinerías se encuentran entre los sectores de la industria del petróleo y gas más afectados, pues es un negocio cuyos beneficios dependen de la estabilidad de la demanda. La emergencia sanitaria debido al COVID-19, ha sacudido sus cimientos al cortar la demanda de productos petrolíferos y reducir así sus beneficios. Esto permitió generar grandes expectativas para que los refinadores cambien o incluyan en sus operaciones la producción de biocombustibles, como elemento crucial de transformación.

“Durante la cuarentena total que se dispuso en el país por el coronavirus (Covid-19) la capacidad de producción de las dos refinerías que operan, una en Santa Cruz y otra en Cochabamba, bajaron en hasta un 46% debido a la menor demanda de combustibles de los mercados interno y externo” (Anaya, 2020).

Estos acontecimientos muestran que la pandemia ha tenido un impacto sin precedentes en toda la industria del petróleo y el gas, lo que ha hecho que los participantes de la industria se sorprendan por lo inesperado y estén ansiosos por aprovechar las oportunidades como una estrategia de resiliencia.

Aunque muchos creen que lo peor ya pasó, y todos los titulares mencionan con frecuencia el tema de la recuperación de la demanda, todas las agencias que publican pronósticos sobre la oferta y la demanda de petróleo y gas insisten en que aún existe incertidumbre y que el futuro no está claro.

MAS ALLA DE LAS ADECUACIONES A BIOCOMBUSTIBLES

Según la Agencia Internacional de Energía (IEA), la crisis del COVID-19 ha cambiado fundamentalmente el contexto global de los biocombustibles. La aplicación generalizada de medidas de contención y el estancamiento de las actividades económicas han reducido enormemente la demanda de combustibles para el sector transporte, la misma que se encuentra estrechamente relacionado con la producción de biocombustibles.

En este marco, la IEA predice que la demanda global de gasolina caerá un 9% y la demanda de diésel descenderá alrededor de un 6%, lo que finalmente limitará el consumo de biocombustibles debido a políticas obligatorias que estipulan un transporte mixto de biocombustibles y combustibles fósiles.

La IEA también considera que algunos de los efectos de la pandemia de COVID-19 pueden ser temporales, y que bajo este lineamiento los gobiernos establecerán parámetros que relajen las medidas de confinamiento y restablezca la producción de biocombustibles siguiendo directrices de demanda de gasolina y diesel, permitiendo así que se reanude la movilidad y la actividad económica.

“Si se produce un repunte en la demanda de combustible para el transporte en 2021, la producción de biocombustibles podría volver a los niveles de 2019. Sin embargo, esto aún sería un 5% más bajo que la producción anticipada en nuestro pronóstico para 2021 antes de la crisis de COVID-19” (Zabala, 2020).

Bajo la presión que ejercen los vehículos eléctricos y otros combustibles alternativos, se espera que disminuya la demanda de petróleo crudo. Muchos pronostican que los productos petroquímicos se conviertan en la principal fuente de ganancias de las refinerías de petróleo, dado que las ventas de vehículos eléctricos aún representan una pequeña parte de las ventas totales de vehículos, por lo cual es posible que este futuro ni siquiera llegue, pero a medida que los gobiernos aumenten los esfuerzos de reducción de emisiones, la industria se acelera.

Estos cambios en los patrones de demanda de combustible y la pandemia han resultado en un exceso de capacidad de refinación. Por lo que la lógica nos lleva a concluir que el excedente debería cerrarse o reutilizarse. En consecuencia, no parece haber una tercera opción, que incluya una fuerte recuperación de la demanda futura de petróleo y un crecimiento igual de la demanda de combustible.

Sin embargo, es posible que la demanda de productos refinados del petróleo (incluida la gasolina y el diésel) siga existiendo durante mucho tiempo. Escenario donde la demanda puede incluso comenzar a crecer desde niveles prepandémicos, dependiendo de cómo el mundo maneje el virus, pero esta situación sigue siendo muy incierta.

Un concepto importante a largo plazo que se ha manejado como la “Refinería del Futuro”, y que estaría basado en la filosofía de que las refinerías deben diseñarse para facilitar una evolución de las listas de productos y entregar una competitividad sostenible en términos de costo total de producción en efectivo, la eficiencia del capital, la capacidad de respuesta a la regulación y la competencia y la agilidad para administrar unidades para mayor rentabilidad (Flores, 2019). Hoy en día es cuestionado por los resultados de la emergencia sanitaria. Lo cual nos lleva a pensar: si las refinerías del futuro deberían estar diseñadas con la flexibilidad necesaria para abordar de manera rentable los cambios en las condiciones de mercado a corto plazo, y en 10 a 20 años más adelante?

CONCLUSION

La crisis actual se produce cuando las empresas de petróleo y gas luchan por hacer frente al impacto de la transición energética en sus operaciones y modelos comerciales. Sin embargo, es innegable que la angustia de la industria por el futuro se ha extendido repentinamente al presente. Aunque la demanda de petróleo se reanudará después de que se alivie la crisis, la crisis puede acelerar algunos cambios estructurales en los patrones de consumo de petróleo. Los recortes severos en la inversión en capacidad afectarán ciertamente las perspectivas de suministro de petróleo a mediano plazo. Donde la IEA (Agencia Internacional de Energía), continuará monitoreando de cerca los desarrollos para evaluar el impacto a corto y largo plazo en la seguridad y sostenibilidad energética.

“Las comparaciones con períodos anteriores de interrupción en los mercados petroleros son inevitables pero están fuera de lugar. La industria petrolera nunca ha visto nada como 2020” (IEA, 2020)

La repercusión se extenderá más allá del mercado energético, cuando el enfoque principal de algunos países importadores de petróleo pase de responder a la actual crisis de salud a la necesidad de reparar la economía. Sin embargo, en algunos países exportadores de petróleo, el impacto será de gran alcance, presentando riesgos para su estabilidad social, reduciendo en gran medida su capacidad para comprar bienes y servicios básicos de otras partes del mundo. La amenaza de quiebra del sector está relacionada con la escala y la importancia estratégica del petróleo, que unido al papel clave del petróleo en las finanzas y el comercio mundial, agrega factores de riesgo a la situación financiera mundial altamente inestable.

Sin embargo, las refinerías deberán tratar de adoptar e integrar las innovaciones hoy y no esperar para ver qué pasa mañana. Prosperar frente a la incertidumbre muchas veces significa desafiar el “statu quo”. Superar la resistencia al cambio será cada vez más crítico en un momento cuando los eventos a nivel mundial están reformulando la industria.

Después de todo, como alguien lo dijo por ahí, el futuro pertenece a aquellos quienes están dispuestos a prepararse para eso, ya hoy en día.

REFERENCIAS

Anaya, S. (10 de 06 de 2020). Producción de refinerías bajó en 46% durante la pandemia. Página Siete.

Carugo, M. (2020). Programas Globales de Refinería y Química. Emerson Automation Solutions. Control.

Flores, R. (2019). La RSC y la refinerias del futuro. Refining Review, Vol. 12, pg: 14-16.

IEA. (18 de 12 de 2020). International Energy Agency. Obtenido de https://www.iea.org/

Zabala, R. (2020). La pandemia pone en apuros a los biocombustibles. Energía Bolivia, 1-2.

 

 

viernes, 26 de junio de 2020

LA POBREZA EN BOLIVIA. UN OBJETIVO PENDIENTE DE DESARROLLO ECONOMICO SOSTENIBLE




1. INTRODUCCIÓN

La pobreza en Bolivia es un problema que con el paso de los años no ha llegado a ser resuelto, ni aun cuando se alcanzaron niveles de ingreso per cápita elevados. Es importante establecer identificar los determinantes que causaron que no se llegue al objetivo de eliminar por completo la pobreza. Muchos de estos resultados se originan en una gestión ineficiente de las políticas públicas del manejo de la pobreza que pudieron permitir o mejorar la posibilidad de alcanzar un Desarrollo Económico Sostenible.



Uno de los objetivos principales del Desarrollo Económico Sostenible es mejorar los niveles de calidad de vida de las personas. Es por ello, que se realiza un análisis de los indicadores de pobreza, que nos servirán para ver en qué situaciones se encuentra la población de Bolivia y en que magnitudes deberíamos mejorar los próximos años.

ESTADO DEL ARTE

La revisión de la literatura deja entrever la diversidad de enfoques conceptuales que han sido utilizados para definirla, medirla y comprenderla. Sin embargo, un elemento interesante es el carácter multidimensional que se otorgó a la pobreza en las investigaciones más recientes.

La visión de la sociedad en América Latina ha pasado por distintas etapas. Hasta fines de los años 70, predominó una interpretación en términos de clases sociales concordante con la teoría de la dependencia y su perspectiva histórica-estructural.

Con la crisis de los 80, se pasó a dar protagonismo a los actores y a los movimientos sociales. Pero desde los 90, con la progresiva implantación de un nuevo modelo de acumulación y su respectivo orden social, estas visiones fueron relegadas a un segundo plano. En consecuencia, la acción social empezó a ser comprendida como sociedad civil, un término de gran ambigüedad, y la visión de corte estructural fue reemplazada por la de pobreza (Perez & Mora, 2006).

Sin embargo, el estudio de la pobreza ha cobrado un interés particular después de la declaración de solidaridad de las Naciones Unidas en el año 2000, en la cual 189 jefes de Estado de países ricos y pobres firmaron la Declaración del Milenio de las Naciones Unidas, en la cual se comprometieron a intensificar los esfuerzos mundiales para reducir la pobreza, mejorar la salud y promover la paz, los derechos humanos y la sostenibilidad ambiental (Naciones Unidas, 2003).

2. POBREZA EN BOLIVIA

La reducción de la pobreza en Bolivia, es una responsabilidad compartida entre todos los niveles de gobierno. Las tareas específicas se establecen a partir de las competencias asignadas a cada nivel en la normativa vigente.

Observando la información de pobreza en Bolivia, 38.4% de viviendas presentan una “tasa de pobreza energética”; el 44.9% de la población tiene “necesidades básicas insatisfechas”; con un “índice de pobreza multidimensional” igual a 0.094; y el 61.5% de hogares no tienen “acceso a los tres servicios básicos”, lo cual nos lleva a plantear la siguiente pregunta de investigación:

“La falta de vivienda, acceso a servicios básicos, salud y educación, son factores determinantes para medir la pobreza en Bolivia?”

2.1. HIPÓTESIS

“A MAYOR INDICE DE POBREZA SE GENERA UN MENOR INDICE DE DESARROLLO ECONOMICO SOSTENIBLE”.

2.2. IDENTIFICACIÓN DE VARIABLES
  • Variable dependiente: Desarrollo Económico Sostenible.
  • Variable independiente: Pobreza Multidimensional.
2.3. METODOLOGÍA DE ANÁLISIS Y FUENTES DE INFORMACIÓN
  • Enfoque: Cualitativo
  • Diseño de la investigación: No Experimental
  • Tipo de Estudio: Descriptivo Explicativo
  • Hipótesis: Correlacional Causal
  • Método de recolección de datos: Fuente secundaria, Atlas Municipal de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en Bolivia 2020.
  • Universo y muestra: 339 municipios del Estado Plurinacional de Bolivia
3. INDICADORES DE NIVELES DE POBREZA EN BOLIVIA
3.1. TASA DE POBREZA ENERGÉTICA EXTREMA, 2016 (KWH)

La pobreza energética es la falta de acceso a servicios energéticos modernos. Estos servicios se definen como el acceso de los hogares a la electricidad y a instalaciones de cocina limpias (por ejemplo, combustibles y estufas que no causan contaminación del aire en las casas) (IEA, 2020).

En consecuencia, el acceso a la energía es un requisito previo para el desarrollo humano, donde la energía es necesaria para la supervivencia individual, por lo cual es importante para la prestación de servicios sociales como educación y salud y un aporte crítico en todos los sectores económicos, desde la producción doméstica o la agricultura hasta la industria.

El estado de riqueza y desarrollo de una nación y sus habitantes está estrechamente relacionado con el tipo y el alcance del acceso a la energía. Cuanto más disponibles sean las energías utilizables y las tecnologías de conversión de energía más eficientes, mejores serán las condiciones para el desarrollo de las personas, los hogares, las comunidades, la sociedad y su economía. Por lo tanto, mejorar el acceso a la energía es un desafío continuo para los gobiernos y las organizaciones de desarrollo (Energypedia, 2020).

La existencia de pobreza energética hoy en día está bastante aceptada en todo el mundo. De hecho, el alivio de la pobreza energética es un objetivo de muchas organizaciones de desarrollo que se ocupan de los problemas energéticos de los países en desarrollo. Sin embargo, cuando se trata de definir la pobreza energética, estas organizaciones asumen la posición que muchos toman para apreciar el buen arte: "lo saben cuándo lo ven". Se habla mucho sobre la pobreza energética, pero no se toman muchas medidas para medirla.

Por lo tanto, se requiere más trabajo analítico sobre las definiciones y las herramientas de medición para apuntalar la entrega y la formación de políticas. Existe una buena razón por la cual las personas evitan definir la pobreza energética. Se pueden hacer varias preguntas diferentes sobre la definición de pobreza energética. ¿Es la pobreza energética lo mismo que la pobreza de ingresos? ¿La pobreza energética se basa en el acceso a servicios energéticos como la cocina, las comunicaciones o la iluminación? ¿O se basa en cantidades de energía que usan las personas? Estas preguntas han generado varios enfoques diferentes para medir la pobreza energética.

El consumo de energía está estrechamente ligado a los niveles de ingreso. Mientras más energía y más tecnologías diseñadas para convertir eficientemente la energía se pongan a disposición de los usuarios, mejores serán las condiciones para el desarrollo de individuos, hogares, comunidades, la sociedad y la economía (Andersen, Branisa, & Guzmán , SDSN, 2020).




Figura 1: Tasa de pobreza energética extrema. Fuente: Elaboración Propia, (Andersen, 2020)



La tasa de pobreza energética extrema, para Bolivia es de 38.4%, dato significativo en términos de viviendas. Asimismo, la información nos permite destacar que el departamento con mayor tasa de pobreza energética extrema es Potosí con el 63.0% y el departamento con menor tasa es Santa Cruz, con el 29.2%.

3.2. NECESIDADES BÁSICAS INSATISFECHAS, 2012 (% DE LA POBLACIÓN)

Con el objetivo de poner fin a la pobreza en todas sus formas, se debe analizar las necesidades básicas insatisfechas, con lo cual se puede evaluar las condiciones de infraestructura de vivienda, servicios básicos e insumos energéticos (acceso a electricidad y combustible para cocinar), niveles educativos y atención de salud de la población.

A través de este instrumento se focalizarán las acciones y políticas sociales, asignar recursos e identificar brechas de desarrollo.

La observación será: un hogar cuenta o no con ciertos bienes y servicios para satisfacer las necesidades básicas.

  • Vivienda: Materiales de construcción y espacios
  • Servicios e insumos básicos: agua, electricidad, gas
  • Educación: años de educación, asistencia en edad escolar y alfabetización a mayores de 10 años
  • Salud: Lugar de atención de la salud: cajas de salud, seguros de salud privados, establecimientos públicos y privados de salud




Figura 2: Necesidades básicas insatisfechas. Fuente: Elaboración Propia, (Andersen, 2020)

Las necesidades básicas insatisfechas para Bolivia para el 2012, es 44.9%. Se podría notar que los departamentos con mayores índices de pobreza vendrían a ser Potosí, Pando y Beni con el 59.7%, 58.8% y 56.4% respectivamente. Y con el menor índice el departamento de Tarija con el 34.6%.

3.3. ÍNDICE DE POBREZA MULTIDIMENSIONAL, 2012

Cuando nos enfocamos en el índice de pobreza multidimensional, tomamos como tales nuevas variables que podrían ser determinantes para ver el verdadero impacto en la pobreza, y es así como la pobreza multidimensional tomara dentro de la misma primordialmente las desventajas que puede presentar un hogar o un individuo frente al resto, lo cual puede llevarlo a ser pobre. Entre estas desventajas podríamos nombrar el hecho de tener o no acceso a servicios básicos, si tiene las condiciones para asistir a una escuela y obtener la educación que merece, y así también si es que está en las posibilidades de poder gozar de un buen trabajo o no.

Como se puede notar al enfocarnos en la pobreza multidimensional no nos centramos netamente en los niveles de ingresos de los hogares o de los individuos, sino también en las condiciones que se encuentra y que puedan incidir para que no se desenvuelva de la mejor manera.

El índice de pobreza multidimensional para Bolivia es de 9.4% respecto de la población, lo cual llega a ser un dato significativo en términos de esta, más aún cabe resaltar que este índice pertenece al año 2012, por lo cual a la fecha puede ser mucho menor porque hubo mejoras en diversos aspectos que inciden en la medición de la pobreza multidimensional. Se podría notar que los departamentos con mayores índices de pobreza vendrían a ser Pando, Chuquisaca, Potosí y Beni que superan el 15%, lo cual vendría a ser un dato alarmante.



Figura 3: Índice de pobreza multidimensional. Fuente: Elaboración Propia, (Andersen, 2020).

3.4. ACCESO A LOS SERVICIOS BÁSICOS

Garantizar el acceso a los servicios básicos es uno de los objetivos para poner fin a la pobreza, donde se tiene como meta poder universalizarla, sin embargo, hasta la fecha existen regiones donde no se cuenta con servicios básicos de calidad. “Los países en desarrollo y los donadores prestan demasiado poca atención al suministro de servicios que son fundamentales para el bienestar de los niños y de las mujeres, negando así en la práctica a millones de personas los derechos humanos a los cuidados primarios de salud, a la educación básica, al agua limpia y a instalaciones adecuadas de saneamiento” (Mehrotra, Vandemoortele, & Delamonica, 2000)

Esto se puede corroborar en varios municipios de Bolivia donde servicios como saneamiento y agua potable no tienen cobertura en su totalidad existiendo porcentaje de habitantes que sufren de la ausencia de estos servicios esenciales en la calidad de vida.

Entre los servicios básicos esenciales se encuentra:
  • Acceso a la electricidad
  • Agua potable
  • Saneamiento
Para que la cobertura de los servicios básicos sea más amplia, primeramente, esta debe ser de calidad, además de tener equidad en sus tarifas por el hecho que las áreas rurales son los lugares con más problemas en su accesibilidad, teniendo altos costos en el mantenimiento de los servicios en operación.



Figura 4: Accesos a los 3 servicios básicos. Fuente: Elaboración Propia, (Andersen, 2020).

En Bolivia el acceso a los 3 servicios básicos es de un 61.5% respecto a la población, indicando que más de la mitad tiene cobertura a los servicios básicos esenciales, sin embargo existe un alto porcentaje que no tienen dicha cobertura. Entre los departamentos con más altos porcentajes en accesibilidad de los 3 servicios básicos se encuentran Santa Cruz con el 83.9%, Tarija con el 76.2% y La Paz con el 58.7%; existiendo aun porcentajes altos de no accesibilidad lo que nos lleva a datos preocupantes en ciudades como Pando, Oruro y Potosí donde los porcentajes son menores al 50%.

4. POLÍTICAS SOCIOECONOMICAS RECOMENDADAS
  • Mayor inversión pública en proyectos de salud y servicios básicos, los mismos que mejorarán la calidad de vida de la población boliviana y por ende repercutirá de buena manera en el índice de necesidades básicas insatisfechas.
  • Redistribuir de manera más eficiente recursos IDH, que son los mayores ingresos que presenta Bolivia, para que los mismos lleguen a las gobernaciones y/o alcaldías, para realizar proyectos de educación en todos los lugares de los correspondientes municipios. De forma que el índice de pobreza multidimensional mejore considerablemente, así también la tasa de alfabetización.
  • Generar programas de educación gratuita para los municipios con bajos indicadores de pobreza, de esta manera podremos capacitar mejor a las personas para que puedan ser insertados al mercado laboral que podría mejorar las condiciones del municipio.
  • Regularización de tarifas en los tres servicios básicos de los municipios con mayores indicadores de pobreza multidimensional.
5. DATOS RELEVANTES

Al realizar un análisis de la pobreza en Bolivia se evidencio la importancia que tiene la pobreza multidimensional respecto al desarrollo económico sostenible, se observó una diferencia entre los municipios de los departamentos del eje central respecto a los demás departamentos, siendo los primeros los que presentan un Índice de Desarrollo Económico Sostenible mucho mayor. Así también pudimos notar la relación inversa que existe entre estos dos indicadores, por lo tanto, a mayores niveles del Índice de Pobreza Multidimensional, menores niveles de Desarrollo Económico Sostenible.

En la Figura 5, podemos observar que el índice de Desarrollo Económico Sostenible más alto, corresponde al municipio de La Paz con un 80.2%. Por otro lado el índice de Pobreza multidimensional más alto, se encuentra en el municipio de “El Sena” del departamento de Pando con un 52% de su población.



Figura 5: Comparación entre eje central y los demás departamentos. Fuente: Elaboración Propia, (Andersen, 2020).


6. CONCLUSIONES

Bolivia es un país diverso en cuanto a desarrollo económico sostenible que influye en los índices de pobreza, sin embargo el aparato estatal esta aun centralizado.

Se deben establecer políticas públicas estratégicas para el mejor acceso a vivienda, dotación de servicios básicos: agua, saneamiento, electricidad, educación, salud.

Los municipios con mayor índice de pobreza generan un menor índice de Desarrollo Económico Sostenible, existiendo una relación inversa entre ambas variables; en consecuencia, es importante fortalecer con economía sustentable a los municipios rurales más pequeños e inaccesibles con más altos índices de pobreza, tomando las iniciativas de municipios con mayor Desarrollo Económico Sostenible que han generado ventajas competitivas.

7. REFERENCIAS

Andersen, L. (16 de 06 de 2020). Introducción al Atlas Municipal de los ODS en Bolivia. La Paz: SDSN Bolivia; UPB.

Andersen, L., Branisa, B., & Guzmán , G. (19 de 06 de 2020). SDSN. Obtenido de Midiendo la pobreza y la desigualdad energética a nivel municipal en Bolivia: https://www.sdsnbolivia.org/midiendo-la-pobreza-y-la-desigualdad-energetica-a-nivel-municipal-en-bolivia/

Energypedia. (19 de 06 de 2020). Energypedia. Obtenido de Powering WASH - Renewable Energy for Water Supply in Humanitarian Settings: https://energypedia.info/wiki/Access_to_Modern_Energy#Overview

IEA. (19 de 06 de 2020). IEA. Obtenido de https://www.iea.org/topics/energypoverty

Mehrotra, S., Vandemoortele, J., & Delamonica, E. (2000). Servicios basicos para todos? El Gasto publico y la dimension social de la pobreza. Florencia: Publicaciones Innocenti. Centro de Investigaciones Innocenti de UNICEF.

Naciones Unidas. (2003). Las metas del milenio. Declaración del Milenio de las Naciones Unidas. Naciones Unidas. Perez, J. P., & Mora, M. (2006). De la pobreza a la exclusion social. San Jose: Fundacion Carolina.

AUTORES
Carmen Aramayo, Darlyne Castellón, Ramiro Flores, Henry Vilca (ORDEN ALFABETICO)

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