lunes, 15 de febrero de 2021
COVID 19 & EL FUTURO DE LAS REFINERIAS
RESUMEN
Es imposible intentar predecir
cómo será el futuro del mercado mundial de refinación. Lo único que con certeza
se puede decir es que todo es incierto. Los vehículos eléctricos, los
combustibles alternativos, la inteligencia artificial, el aumento de la
volatilidad del mercado, la incertidumbre política y los niveles de vida más
altos en todo el mundo son solo algunas de las tendencias que definirán el
futuro de la industria del refino del petróleo.
INTRODUCCION
Dado que no podemos predecir el
futuro, es posible pensar que la industria de refinación tendrá que enfrentarse
a lo desconocido. Es decir, que dentro de este contexto y posibles
predicciones, es importante apuntar a tres objetivos básicos a nivel operativo
y empresarial: agilidad, confiabilidad e inteligencia compartida. En
consecuencia, de considerar estas tres variables, la industria estaría preparada
para enfrentar todos los desafíos (y oportunidades) que puedan surgir del
progreso tecnológico, cambios de mercado y eventos mundiales.
AGILIDAD
En los próximos diez años, nada
distinguirá más a los ganadores de los perdedores que la búsqueda de la
agilidad empresarial. En el futuro, las principales refinerías deberán
prepararse y estar listas para aprovechar las oportunidades, tan pronto
ocurran.
“La demanda
del mercado es lo que determinará los niveles de materia prima y producto en
tiempo real una vez que los líderes del negocio dispongan de un análisis
integrado de los datos, desde la fuente de crudo hasta el bombeo de gas y todo
lo que hay en el medio”
Por tanto, alcanzar estos
objetivos, permitirían a las empresas de refinación abordar nuevos desafíos,
tales como diseñar una instalación de producción que pueda procesar todos los
rangos de petróleo crudo, incluso aquellos crudos más pesados y corrosivos. Por
tanto, en respuesta a los cambios del mercado previstos, pasar de un producto a
otro puede implicar colocar ciertas unidades de procesamiento en un estado “hot
stanby”, que permita evitar pérdidas de tiempo en inicio y parada de dichas
unidades, así como incidentes de seguridad en operaciones transitorias. Sin
embargo, también debemos considerar que agregar más flexibilidad a los esquemas
de refinación actuales, no garantizaría la rentabilidad futura de la industria.
En consideración de esta
flexibilidad operativa, las refinerías no solo producirían combustibles, sino
que también se transformaran en instalaciones de conversión multifuncional que
podrían satisfacer la creciente demanda mundial de fibra y plástico. Es decir,
los operadores lograrían diversificarse produciendo una gama más amplia de
productos intermedios en lotes pequeños y pasar rápidamente de combustibles a
petroquímicos base.
CONFIABILIDAD
Si la industria finalmente
resuelve el problema de confiabilidad, los paros de planta y los costos
asociados serían cosa del pasado. Por ejemplo: el "cambio en caliente"
podría eliminar la necesidad de parar las unidades de procesamiento para
reparaciones, regeneraciones o simplemente para cambio de repuestos; rediseñar
las válvulas y otros equipos a través del uso de componentes portátiles, permitirían
realizar inspecciones “in situ” sin interrumpir la producción en las
unidades; contar con una red dedicada a la confiabilidad de activos en línea, proporcionaría
a los operadores una "cobertura de conocimiento virtual” sobre todas
las instalaciones, que permitiría a su vez, ejecutar de forma remota
estrategias de mantenimiento que detecten anormalidades con anticipación, y así
evitar cualquier daño o interrupción sin afectar la capacidad de producción.
INTELIGENCIA COMPARTIDA
Los responsables de la toma de
decisiones (funciones de gestión, operaciones, confiabilidad, ingeniería e
integridad) podrán conectarse a una o más plantas y operar toda una flota de
refinerías desde un área operativa centralizada. Cascos de realidad aumentada, permitirán
al personal de mantenimiento llevar la sala de control al sitio de manera
efectiva. Drones robóticos podrán detectar emisiones, puntos calientes e
identificar problemas de integridad en tuberías y tanques en lugares de difícil
acceso. Estas innovaciones tendrán a futuro un impacto significativo en
seguridad, debido a que los problemas potenciales se identificaran antes de que
ocurran y por tanto, se minimizará el tiempo que el operador pasa en áreas
peligrosas.
EMERGENCIA SANITARIA
En la actual crisis que atraviesa
el mundo, las refinerías se encuentran entre los sectores de la industria del petróleo
y gas más afectados, pues es un negocio cuyos beneficios dependen de la
estabilidad de la demanda. La emergencia sanitaria debido al COVID-19, ha
sacudido sus cimientos al cortar la demanda de productos petrolíferos y reducir
así sus beneficios. Esto permitió generar grandes expectativas para que los
refinadores cambien o incluyan en sus operaciones la producción de biocombustibles,
como elemento crucial de transformación.
“Durante la
cuarentena total que se dispuso en el país por el coronavirus (Covid-19) la
capacidad de producción de las dos refinerías que operan, una en Santa Cruz y
otra en Cochabamba, bajaron en hasta un 46% debido a la menor demanda de
combustibles de los mercados interno y externo”
Estos acontecimientos muestran
que la pandemia ha tenido un impacto sin precedentes en toda la industria del
petróleo y el gas, lo que ha hecho que los participantes de la industria se
sorprendan por lo inesperado y estén ansiosos por aprovechar las oportunidades
como una estrategia de resiliencia.
Aunque muchos creen que lo peor
ya pasó, y todos los titulares mencionan con frecuencia el tema de la
recuperación de la demanda, todas las agencias que publican pronósticos sobre
la oferta y la demanda de petróleo y gas insisten en que aún existe
incertidumbre y que el futuro no está claro.
MAS ALLA DE LAS ADECUACIONES A
BIOCOMBUSTIBLES
Según la Agencia Internacional de
Energía (IEA), la crisis del COVID-19 ha cambiado fundamentalmente el contexto global
de los biocombustibles. La aplicación generalizada de medidas de contención y
el estancamiento de las actividades económicas han reducido enormemente la
demanda de combustibles para el sector transporte, la misma que se encuentra estrechamente
relacionado con la producción de biocombustibles.
En este marco, la IEA predice que
la demanda global de gasolina caerá un 9% y la demanda de diésel descenderá
alrededor de un 6%, lo que finalmente limitará el consumo de biocombustibles
debido a políticas obligatorias que estipulan un transporte mixto de
biocombustibles y combustibles fósiles.
La IEA también considera que
algunos de los efectos de la pandemia de COVID-19 pueden ser temporales, y que
bajo este lineamiento los gobiernos establecerán parámetros que relajen las
medidas de confinamiento y restablezca la producción de biocombustibles
siguiendo directrices de demanda de gasolina y diesel, permitiendo así que se
reanude la movilidad y la actividad económica.
“Si se produce
un repunte en la demanda de combustible para el transporte en 2021, la
producción de biocombustibles podría volver a los niveles de 2019. Sin embargo,
esto aún sería un 5% más bajo que la producción anticipada en nuestro
pronóstico para 2021 antes de la crisis de COVID-19”
Bajo la presión que ejercen los
vehículos eléctricos y otros combustibles alternativos, se espera que disminuya
la demanda de petróleo crudo. Muchos pronostican que los productos
petroquímicos se conviertan en la principal fuente de ganancias de las
refinerías de petróleo, dado que las ventas de vehículos eléctricos aún
representan una pequeña parte de las ventas totales de vehículos, por lo cual es
posible que este futuro ni siquiera llegue, pero a medida que los gobiernos
aumenten los esfuerzos de reducción de emisiones, la industria se acelera.
Estos cambios en los patrones de
demanda de combustible y la pandemia han resultado en un exceso de capacidad de
refinación. Por lo que la lógica nos lleva a concluir que el excedente debería cerrarse
o reutilizarse. En consecuencia, no parece haber una tercera opción, que
incluya una fuerte recuperación de la demanda futura de petróleo y un
crecimiento igual de la demanda de combustible.
Sin embargo, es posible que la demanda
de productos refinados del petróleo (incluida la gasolina y el diésel) siga existiendo
durante mucho tiempo. Escenario donde la demanda puede incluso comenzar a
crecer desde niveles prepandémicos, dependiendo de cómo el mundo maneje el
virus, pero esta situación sigue siendo muy incierta.
Un concepto importante a largo
plazo que se ha manejado como la “Refinería del Futuro”, y que estaría basado
en la filosofía de que las refinerías deben diseñarse para facilitar una
evolución de las listas de productos y entregar una competitividad sostenible
en términos de costo total de producción en efectivo, la eficiencia del
capital, la capacidad de respuesta a la regulación y la competencia y la
agilidad para administrar unidades para mayor rentabilidad
CONCLUSION
La crisis actual se produce
cuando las empresas de petróleo y gas luchan por hacer frente al impacto de la
transición energética en sus operaciones y modelos comerciales. Sin embargo, es
innegable que la angustia de la industria por el futuro se ha extendido
repentinamente al presente. Aunque la demanda de petróleo se reanudará después
de que se alivie la crisis, la crisis puede acelerar algunos cambios
estructurales en los patrones de consumo de petróleo. Los recortes severos en
la inversión en capacidad afectarán ciertamente las perspectivas de suministro
de petróleo a mediano plazo. Donde la IEA (Agencia Internacional de Energía), continuará
monitoreando de cerca los desarrollos para evaluar el impacto a corto y largo
plazo en la seguridad y sostenibilidad energética.
“Las
comparaciones con períodos anteriores de interrupción en los mercados
petroleros son inevitables pero están fuera de lugar. La industria petrolera
nunca ha visto nada como 2020”
La repercusión se extenderá más
allá del mercado energético, cuando el enfoque principal de algunos países
importadores de petróleo pase de responder a la actual crisis de salud a la
necesidad de reparar la economía. Sin embargo, en algunos países exportadores
de petróleo, el impacto será de gran alcance, presentando riesgos para su
estabilidad social, reduciendo en gran medida su capacidad para comprar bienes
y servicios básicos de otras partes del mundo. La amenaza de quiebra del sector
está relacionada con la escala y la importancia estratégica del petróleo, que
unido al papel clave del petróleo en las finanzas y el comercio mundial, agrega
factores de riesgo a la situación financiera mundial altamente inestable.
Sin embargo, las refinerías
deberán tratar de adoptar e integrar las innovaciones hoy y no esperar para ver
qué pasa mañana. Prosperar frente a la incertidumbre muchas veces significa
desafiar el “statu quo”. Superar la resistencia al cambio será cada vez
más crítico en un momento cuando los eventos a nivel mundial están reformulando
la industria.
Después de todo, como alguien lo
dijo por ahí, el futuro pertenece a aquellos quienes están dispuestos a
prepararse para eso, ya hoy en día.
REFERENCIAS
Anaya, S. (10 de 06 de 2020). Producción de refinerías bajó en 46% durante la pandemia. Página Siete.
Carugo, M. (2020). Programas
Globales de Refinería y Química. Emerson Automation
Solutions. Control.
Flores, R.
(2019). La
RSC y la refinerias del futuro. Refining Review, Vol. 12, pg: 14-16.
IEA. (18 de 12 de
2020). International Energy Agency. Obtenido de https://www.iea.org/
Zabala, R. (2020). La
pandemia pone en apuros a los biocombustibles. Energía Bolivia, 1-2.
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